“Vosotros pues, sois el cuerpo del Mesías (Cristo), y miembros los unos de los otros”. (1 Corintios 12:2).
Retira uno de los eslabones y se romperá la cadena. Retira uno de los jugadores y se perderá el partido. Aún un pequeño tornillo que falte en un montaje puede hacer que éste sea inservible.
Nosotros nos necesitamos unos a otros, esa es la realidad. John Donne escribió: “ninguna persona es una isla”, así que dejemos de actuar como si lo fuésemos, cada ministerio debe aprender a apoyarse en los demás, a la vez que debe aprender a prestar su apoyo, aún individualmente como creyentes debemos entender que no podemos ir por libre y que en algún momento tendremos la oportunidad de prestar ayuda.
Para hacer que la vida funcione, hay que aprender a apoyarse en los demás, a la vez que prestar nuestro apoyo, ser lo suficiente generoso para saber dar, a la vez que lo suficiente humildes para recibir, ser lo suficiente honrado para poder confesar, a la vez que estar dispuesto a perdonar.
El amor y la aceptación no son opciones, tampoco la tolerancia es opcional, o la comprensión o la paciencia, tú sabes que necesitas todas estas cosas de los demás.
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra prefiriéndoos los unos a los otros… gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración, compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.” (Romanos 12:10,12-13)
Tener mentalidad de equipo es importante, saber que la cabeza visible son los Pastores es super importante, entender que Jesús es el centro de todo es indispensable, ¿estás dispuesto a mejorar para que todos mejoremos?. Seguro que sí, marchemos hacia la meta, juntos y unidos.
Oro que el Señor te ayude a TRABAJAR para Él, sin mirar a un lado ni a otro, oro que dignifiques a tu iglesia y a tus pastores, oro que tu vida y tu corazón estén bajo autoridad en todo momento, bajo la autoridad y obediencia al Señor en primer lugar y también bajo autoridad y en obediencia a tus pastores.
Pastora Noemí Arteaga.