martes, 27 de marzo de 2012

¿Cuánto me costará Señor?

"Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por Mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. (S.Mateo 19:29)"

"El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.(S. Mateo 10:37)"

A lo largo de todos mis años de ministerio y servicio al Señor, he visto que ciertamente los ajustes que Dios exige traen consigo un precio que debemos pagar. Existen muchas formas de servir al Señor, muchos nombres de ministerios, muchas áreas de influencia, pero en todos los casos siempre HAY UN PRECIO. 
El primero en pagar un precio fue nuestro Señor Jesucristo, pagó con su propia vida, para que tú y yo hoy podamos mirarle y recibir vida y vida en abundancia, podamos tener vida eterna, podamos recibir sanidad física como emocional y podamos ser libres de toda atadura de maldad. El precio no fue fácil pero él lo pagó por TI y por MI.
Estimad@ lector en todas las decisiones que tomemos de obedecer la voluntad de Dios, en realidad tomamos dos decisiones: una de ellas es lo que vamos a hacer; la otra es lo que no vamos a hacer por habernos decidido a hacer en su lugar la voluntad de Dios. Hay un precio que está comprendido en ambas decisiones, es un precio a nivel personal.
¿Hasta qué punto le vas a decir que sí al Señor? ¿Le dirás que sí mientras no toque tu tiempo "sagrado"?. El Señor no entiende de "tiempos intocables", ese es el motivo por el que muchos son los llamados y pocos los escogidos. Siento y pienso que es un tiempo en el que Dios te está llamando a reflexionar, de manera particular, un tiempo de confrontación contigo mismo en el que has de comenzar a ejecutar los cambios que Dios lleva pidiéndote hacer desde hace tiempo, pero lo que posiblemente has hecho es intentar decirte que esa no es tu función, que se encarguen los pastores o los que no tienen hijos o los que no tienen hipotecas o los que no...esto o no  lo otro...
¿Estás mirando a otros esperando que hagan el trabajo que en tu corazón sabes que debes realizar tú?, ¿te estás dando cuenta de muchas necesidades a tu alrededor o alrededor de la iglesia, pero en lugar de hacer algo, piensas que lo hará otro o simplemente te quejas de lo que no se ha hecho?.
Rogad al Señor para que envíe obreros a su mies (Mateo 9:38).Tú eres el obrero por el que se ha estado rogando, ya acabó tu tiempo de "ronronear" y comienza para ti una nueva estación espiritual, la estación de pagar "tu precio", la estación de darte por el Señor, separando tiempo para hacer su obra dentro y fuera de las paredes de la iglesia, la estación de dejar un tiempo de lado a tu familia o a tus hijos para ocuparte en que salga adelante la obra del Reino. Me resulta curioso que no existe un planteamiento de negativa cuando se trata de un cumpleaños, una fiestita o una excursión, pero sí existe el planteamiento para negarse a trabajar cuando es por el Señor, ahí sí entra en juego esa prioridad, no existe una negativa cuando es para dejarlo todo por un trabajo secular, aunque conlleve no ver a los hijos hasta el fin de semana, pero sí existe cuando es para trabajar con continuidad y seriedad en la obra, la casa de Dios o un ministerio de grupo de hogar , de evangelismo o de cualquier índole espiritual.
Ciertamente el que cuida a nuestros hijos es el que te llama a la obra.Si tú te ocupas de su Empresa él se ocupará de la tuya, recuerda que el te ama y te va a sacar adelante en todo. Organiza tu agenda de manera que puedas compaginar tu servicio al Reino de Dios con fidelidad.Eso agrada a Dios. 

Oro para que el Señor te use en todo lo que Él planeó para ti, oro para que tus prioridades sean Sus prioridades, oro para que tu reloj espiritual sea Su reloj espiritual, para que no pierdas el precioso tren del mejor de todos los servicios, el servicio al Señor, oro para que puedas ajustar tu vida de tal manera que buscándole a él primero encuentres y recibas todo lo demás por lo que tal vez ahora mismo te afanas, oro para que no confundas las estaciones espirituales de tu vida y que salgas triunfante en todo lo que emprendas por amor a Él. Oro para que seas fiel hasta que él te llame y estés en sus mismos brazos de amor.

Pastora Noemí Arteaga.

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