jueves, 13 de diciembre de 2012

¿Simplemente palabras? Palabras CON PODER

¿Simplemente palabras?... Por supuesto que NO.

La Palabra de Dios tiene poder sobrenatural y actúa más allá de las palabras del ser humano. Los hombres diagnostican como hombres pero el Médico por excelencia siempre tendrá el diagnóstico final, tanto en una enfermedad como en una situación personal o familiar. 
Todos hemos vivido en una manera u otra lo sobrenatural de Dios en nuestra vida o en la vida de algún ser querido o conocido, no debemos de olvidarnos de cultivar nuestra fe y de seguir moviéndonos en base a lo que Dios nos muestra en su Palabra, la Biblia.

En 1981, nos cuenta un creyente dándonos su testimonio a través de un libro escrito por él mismo, le diagnosticaron cáncer a mi madre y le dieron sólo unas semanas de vida, nunca se me olvidará el golpe que fueron esas noticias para nuestra familia.

 Estuvo en el hospital por veintiún días, mientras los doctores hacían pruebas tras pruebas. Finalmente, llamaron a mi padre y le dijeron en el pasillo: "Pastor, no nos agrada tener que comunicarle esto, pero a su esposa sólo le quedan unas semanas de vida. No meses....semanas."Así que básicamente mandaron a mamá a morir a su casa.
Sin embargo, mi madre, nunca se dio por vencida. Rehusó hablar palabras de derrota. No se quejaba de cuán enferma estaba o cuán débil se sentía, o de lo terrible que era su existencia, ni de que no había esperanza para su situación. No, ella decidió poner las palabras de Dios en su mente y en su boca.
   Comenzó a hablar palabras llenas de fe sobre su salud, y a reclamar su sanidad. durante todo el día, la oíamos por toda la casa hablando en voz alta: "Viviré y no moriré, y declararé las obras del Señor". (Salmo 118:17)
Yo le preguntaba cómo estaba y ella me respondía... hijo, soy fuerte en el Señor y en el poder de su fuerza. Buscó en su Biblia y encontró como treinta o cuarenta pasajes preferidos tocantes a la sanidad divina. Los anotó y cada día, los leía y los hablaba confiadamente: "Con larga vida, Él me satisface y me muestra su salvación".
Mi madre mezcló sus palabras con la palabra de Dios y algo PODEROSO comenzó a suceder. Empezaron a cambiar sus circunstancias. No fue de un día para otro, pero poco a poco comenzó a sentirse mejor. Volvió a tener apetito y a subir de peso. En forma lenta fue recuperando sus fuerzas. Algunas semanas pasaron y mejoró un poco más. Pasaron algunos meses y seguía aún mejor. Pasaron algunos años  y siguió declarando la Palabra de Dios. Hoy han pasado más de 20 años desde que recibimos el informe de que sólo le quedaban unas semanas de vida, y mi madre está completamente libre del cáncer. SANADA por el PODER de la PALABRA de Dios. Cada mañana se levanta y lee las mismas escrituras, y sigue proclamando esos versículos de fe, victoria y salud sobre su vida.
    Mi madre usó sus palabras para cambiar su mundo y usted puede hacer lo mismo. Posiblemente esté enfrentando una situación "imposible". NO se dé por vencido, Dios es un Dios que hace milagros, Él sabe lo que está pasando, y no le defraudará. Comience a hablar palabras de fe, y vea cómo sus circunstancias comenzarán a cambiar.

Espero que este testimonio, te sirva de ánimo y que aumente tu fe, Jesucristo no sólo murió por nuestra salvación, el texto bíblico de Isaías nos muestra que por sus llagas fuimos nosotros sanados, debemos comenzar a creerle al Señor en lo pequeño y en lo grande. Oro que el Señor nos aumente a todos la fe y que  lo sobrenatural en nosotros sea algo cotidiano y que podamos vivir realmente al nivel que Dios estableció para los que en Él creen.
Pastora Noemí Arteaga.

"Hijo mío está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones . No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan y medicina a todo su cuerpo". (Proverbios 4:20-22).